Reflexión sobre el Agile Coach y otros demonios

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He tomado algunos días para escribir esta reflexión sobre una de las perversiones de nuestros tiempos. El Agile Coach que no es más que un palabrero o vendedor de humo. No puedo decir mentiras, lo pienso así. Los Agile Coach se han convertido en una suerte porrista que sabe varios juegos bonitos con post-its, aprenden de libro temas como «indicadores de felicidad», y no resuelven las necesidades del negocio. Algo así como un Hippie Agile Coach.

¿Qué es un Agile Coach?

La mejor definición disponible que pude encontrar de otro autor fue publicada en CIO.com y dice textualmente:

Agile coaches help train corporate teams on the agile methodology and oversee the development of agile teams to ensure effective outcomes for the organization. They are responsible for guiding teams through the implementation process and are tasked with encouraging workers and leadership to embrace the agile method. The agile coach’s ultimate goal is to arm agile teams with the right knowledge, tools, and training so that they’ll be able to use agile to its full potential.

Sara K. White, 8/8/2018 – https://www.cio.com/article/3294700/agile-coach-role-defined.html

Responsabilidades de un Agile Coach

La definición de Sara plantea que el Agile Coach tiene tres grandes responsabilidades:

  1. Ayuda a entrenar
  2. Supervisa el desarrollo de los equipos ágiles para garantizar resultados efectivos para la organización
  3. Alienta a los líderes y miembros de equipo a adoptar el «método ágil»

¿Por qué a veces el Agile Coach no sirve?

Muchos de los autodenominados «agile coach» jamás han liderado o coordinado proyectos, operación o gestión de productos. En resumen, no tienen experiencia coordinando seres humanos. No saben gestionar personas y, en consecuencia, esquivan dichas responsabilidades. ¿Qué criterio de reflexión o debate puede tener una persona que jamás ha ejercido una posición diferente a miembro de equipo, analista o programador?

La culpa no es exclusiva del Coach. Muchas de estas personas toman cursos de otras personas igual que ellos, sin experiencia en campo. Al final de estos cursos les regalan archivos PDF con las palabras «certificado» y «agile coach» en la misma hoja. La verdad es que estamos llenos de expertos en obtener PDF bonitos con logos dorados y trofeos por «participar».

Personas que solo han tenido posiciones técnicas, seguramente no comprenden la dinámica organizacional y su ejercicio del coaching parece más una rebelión contra el sistema opresor, y menos un ejercicio responsable de reflexión.

Aunque las posiciones de comando y control son antítesis del coaching, no podemos juzgar el lado oscuro de la fuerza sin conocerlo. No hay noche sin día. Recuerde que hasta Yoda pasó un rato por el lado oscuro.

Felicidad y productividad, no siempre son lo mismo

Así las cosas, hoy tenemos coaches que creen que el único indicador de desempeño es la felicidad. Y aunque todos queremos ser felices y hacer parte de un gran equipo, nadie puede mantener una compañía sin metas de negocio. Si el tema de la felicidad los apasiona, los invito a leer el libro The Book of Joy. Sin embargo, como empresario, como proveedor y como cliente, la naturaleza del libre mercado nos obliga a competir. La sana competencia que nos obliga a mantener también el foco en el «valor para el negocio«. Y, en mi caso particular, la búsqueda constante de la excelencia y la calidad en mi trabajo.

¿Si solo nos enfocamos en la felicidad, dónde están los resultados? ¿Acaso todas las personas felices son productivas? Una persona que no conoce cómo funcionan las empresas, no comprende su aporte como Agile Coach. El resultado: equipos ágiles como unidades anárquicas y desconectadas de la organización, y desde luego un modelo insostenible en el largo plazo.

¿Cómo identificar un buen Agile Coach?

¡Es muy fácil identificar un agile coach que NO es bueno! Acá algunos tips.

Más allá del Agile Coach, hay un profesional con experiencia

Si encuentra un Agile Coach con tono «prepotente» y una urgencia por descalificar cualquier intento de gestión organizacional, entonces se encuentra con un Hippie Agile Coach. Los más ignorantes de una práctica se remiten a un libro o un autor. No pueden enlazar su opinión con su experiencia.

Es curioso lo tanto me recuerdan a los «PMO» que andaban con el PMBoK debajo del brazo leyendo sin contexto cada palabra. Así mismo encontraremos Scrum Trolls, en los SAFe By The Book y PMP Fanboys.

Agile Coaching y liderazgo adaptativo

Un Agile Coach no es, necesariamente, un coach de vida. Aunque pueden ser capacidades y conocimientos complementarios, no son lo mismo. Un Agile Coach es – en palabras de Sara – un entrenador, una persona que aporta perspectiva y experiencia y, un aliado del liderazgo organizacional.

Muchos Agile Coach, se esfuerzan demasiado por «coacher» y poco por «ayudar». Aunque, en teoría, el Coach debería abstraerse a sí mismo del equipo, siento – una opinión muy personal – que no ponerse la camiseta demuestra falta de compromiso con la transformación. A esto le llamamos, liderazgo adaptativo y se ajusta a la realidad y las necesidades del equipo.

El verdadero papel del Agile Coach

Todo equipo requiere de liderazgo. ¡No hay excepciones a la regla! Asumir una posición sin peso, de «agua tibia» o «pecho frío» es un mal síntoma. Lo veo todo el tiempo en mundo de la consultoría – no solo de los Agile Coach. Un profesional experimentado no es infalible, pero sabe exponer sus ideas, utiliza su criterio para juicio de valor. Juicios de valor que, acertados o errados, son dados por las personas con experiencia, que «actúan» y toman partido. Recordemos que sin acción, no hay «fail», sin «fail» no hay «fail fast», ni «fail safe», ni fail de nada.

El Agile Coach desde luego debe tener una posición pasiva, que algunos definen o vinculan con el liderazgo de servicio. El Coach no es quien toma las decisiones, en principio, y funciona bien la mayoría de las veces, pero ¿qué podemos esperar del coach ante la tormenta? En mi opinión, es absolutamente necesario que el Coach tome un rol activo y lidere al equipo (así lo haga acompañado).

Es mejor liderar desde el fondo y colocar a los demás al frente, especialmente cuando celebras la victoria por cosas buenas que han sucedido. [Como líder] tomarás la primera línea cuando exista peligro. Entonces la gente apreciará tu liderazgo.

Nelson Mandela

¿Cómo encarar un Agile Coach mediocre?

Esta es una pregunta difícil, todo depende del nivel de «embrujamiento» generado. La agilidad promueve, entre otras, el buen espíritu y algo tan simple como «disfrutar» del trabajo. Promueve también la buena convivencia del equipo y el buen desempeño. Acá algunas pautas para determinar qué tan bueno es el Agile Coach:

  1. El equipo reconoce al Agile Coach como un referente positivo – merece el respeto y la confianza de su equipo. Esto sucede incluso cuando no hay consenso.
  2. El Agile Coach conoce y entiende sobre el manejo del presupuesto, el costo de operar al equipo, o una iteración. Comprende el costo financiero de no entregar. No se trata de ser un experto en finanzas, pero tampoco un desentendido de la dinámica empresarial.
  3. El Agile Coach es capaz de sustentar con datos la priorización realizada por el Product Owner. Debe apoyar al PO en el proceso de priorización, como lo haría «Pepe Grillo» con Pinocho. Aunque sabe que no puede tomar partido, alienta a los interesados a tomar partido. Todos deben jugar una posición y plantear sus prioridades.
  4. Más allá del discurso emocional, tiene datos, métricas, indicadores sobre el progreso del trabajo. Con los datos, toma decisiones, ayuda al equipo a incorporar esas decisiones. Participa.

Me declaro detractor del Agile Coach filosofal que conduce al equipo a un modelo insostenible sin resultados. Joshua Kerievsky dijo en su momento al presentar el modelo de Modern Agile (que ya no es tan moderno):

Aquello que no se entrega, no puede ayudar a nadie a ser más increíble o a estar seguro. En la agilidad moderna, nos preguntamos: «¿Cómo podría entregarse un trabajo valioso más rápido?» Para entregar valor continuamente, debemos dividir grandes cantidades de valor en piezas más pequeñas que puedan entregarse de manera segura ahora en lugar de más tarde.

Joshua Kerievsky, Modern Agile

Un Agile Coach que se abstrae a sí mismo del proceso de entrega de resultados es un charlatán.

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Alberto Dominguez
Alberto Dominguez

En Kin + Carta el trabajo en equipo y la innovación definen mi rol. Aquí, cultivo una cultura de excelencia en el desarrollo de soluciones de TI al tiempo que defino y ejecuto estrategias de talento para fomentar una cultura centrada en las personas. Como Líder de Prácticas para las Américas, me aproximo al grupo de líderes con la intención de: a) crear un espacio seguro para la innovación mediante la promoción de la curiosidad y la autonomía, b) ofrecer oportunidades para el crecimiento del talento humano como la mejor manera de mantener a los mejores talentos comprometidos y enfocados en la entrega de soluciones de TI, y c) promover la colaboración y el trabajo en equipo como un medio para que otros lideren y sean mentores.

Gracias a mi experiencia en entornos ágiles y mis años como consultor, como Director General me he dedicado a establecer las operaciones desde Colombia y otros países de la región, para brindar soluciones de TI sólidas a los mercados de EE. UU. y el Reino Unido. Trabajo de la mano de equipos nearshore en la región, logrando así fortalecer nuestras relaciones con los clientes y desarrollar la misión de Kin + Carta de crear un mundo que funcione mejor para todos.

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